Que hemos venido a este mundo a
aprender a amar es una verdad ancestral. Se descubrió antes de que comenzara la
historia de la filosofía. Zoroastro (630-550 antes de Cristo), Mahavira
(599-527 antes de Cristo), Lao Tse (570-490 antes de Cristo Buda (560-480 antes
de Cristo), Confucio (551-479 antes de
Cristo), Sócrates (470-399 antes de Cristo), Jesucristo (1-33).
Todos los grandes sabios de la
humanidad cuyas enseñanzas dieron origen a las instituciones religiosas que
conocemos hoy en día dijeron esencialmente lo mismo:
"Amar a los demás es el camino
que lleva a los seres humanos a la felicidad".
Para poder finalmente amar (dar lo
mejor de nosotros en cada momento) . Por el camino hemos de vencer a nuestro
mayor enemigo : nosotros mismos (nuestro mecanismo de supervivencia emocional,
mas conocido como ego) . Para lograrlo es necesario ser sinceros (no auto
engañarnos), humildes (reconocer nuestros errores), valientes (atrevernos a
enmendarlos) y perseverantes (comprometernos con nuestro proceso de
aprendizaje).
EI miedo (a que nos hagan daño), el
apego (de perder lo que tenemos) y la ira (de no conseguir lo que deseamos) nos
esperan ala vuelta de la esquina. Un poco mas lejos se esconde nuestra
ignorancia (el desconocimiento de nuestra verdadera naturaleza), la causa última
de nuestro egoísmo (tendencia antinatural que corrompe la actitud de los seres
humanos), que es precisamente el que nos impide amar, que es nuestra esencia.
Para poder amar, primero hemos de
albergar amor en nuestro corazón. En
este caso, el problema es en si mismo la solución. Y lo primero que debemos saber
es que es el amor. No al que estamos tan acostumbrados, sino al de verdad. Porque
una cosa es querer, y otra muy distinta, amar. Querer es un acto egoísta; es desear
algo que nos interesa, un medio para lograr un fin. Amar, en cambio, es un acto
altruista, pues consiste en dar, siendo un fin en si mismo. Queremos cuando
sentimos una carencia. Amamos cuando experimentamos plenitud. Mientras querer
es una actitud inconsciente, relacionada con lo que esta fuera de nuestro
alcance, amar surge como consecuencia de un esfuerzo consciente, que nos hace
centrarnos en lo que si depende de
nosotros.