jueves, 17 de enero de 2013

EL HOMBRE EN BUSCA DEL SENTIDO DE LA VIDA - EL ORIGEN DE LA LOGOTERAPIA


En primer lugar esta obra literaria escrita por Víctor Frank, narra una historia verdadera; pero más que una simple historia es un descubrimiento lleno den uevos razonamientos y nuevas visiones sobre el sentido dela vida.
 
El prisionero 119.104, fue víctima de la II Guerra Mundial y sobreviviente de los campos de concentración Nacis. Este prisionero mostró valentía por cumplir con el mandamiento ordenado por parte de Dios, al honrar a sus padres y acompañarlos hasta los últimos días de sus vidas, no solo los perdió a ellos, sino también a su amada esposa y al hijo que ella llevaba en su vientre.
 
Perdió a toda su familia en los campos de concentración que se habían construido con la finalidad de ponerle fin a la existencia de los judíos y de aquellos que no pertenecieran a “La Raza Pura de Alemanes”según Hitler. Su fe en Dios fue su fortaleza, ya que a pesar de que había perdido a toda su familia y también los escritos de su futuro libro, el consiguió una importante oración que lo ayudo acalmar su vida y entendió que no era necesario escribir cada uno de los detalles para poder crear su libro sino que se iba a dedicar vivir el momento y aprovechar la experiencia por si tenía la suerte de salir de aquella prisión. Aunque pensó varias veces en tirarse contra las alambradas, como método para suicidarse, llego a la conclusión que era mejor vivir aquella pesadilla y que al final de todo nada podía ser peor.
 
Dedico su tiempo a sobrevivir en esas condiciones infrahumanas y descubrió que muchas de las cosas que estaban escritas en los libros de medicina no eran totalmenteciertas. Víctor Frank aprovecho su experiencia ganada por su estadíaen los diferentes Lager, y definió la psicología del prisionero en los campos de concentración en tres fases.
 
Identifico un estado inicial, presente en los prisioneros. Este estado es denominado en la psiquiatría como “La ilusión delindulto”, que es un mecanismo de amortiguación interna percibido por los condenados a muerte justo antes de suejecución. Y así como los condenados a muerte se llenan de una esperanza, sin ningún apoyo real, de que pueden ser liberados de esa muerte, los prisioneros se agarraron de esa esperanza hasta el final, pensaban que aquello no sería tan cruel. Sin embargo esa no era la realidad del momento que estaban viviendo. En esta primera fase el prisionero 119.104 tenía que hacer el esfuerzo para borrar de su conciencia toda su vida anterior. El humor y la curiosidad también formaron parte de estaprimera fase. De igual manera en esta fase de shock el prisionero perdía el miedo por la muerte.
 
La segunda fase en la psicología del prisionero se caracterizapor una apatía generalizada que terminaba en una especie de muerte emocional. En esta fase la anestesia emocional y el desinterés por las cosas constituyen uno de los síntomas característicos y gracias a esa insensibilidad el prisionero creaba una especie de caparazón afectivo que lo protegía. La irritabilidad general también formaba parte de la psicología de los prisioneros y un gran número de ellos sufrían de una especie de complejo de superioridad, ya que antes de linternamiento ellos eran o creían ser otras personas.
 
Y por ultimo una tercera fase se hace presente en el prisionero, esta se da luego de la liberación. Aquí se daba una despersonalización de la cual era aun más difícil desobrevivir, muchos después de la liberación no pudieron realizar de nuevo su vida, incluso los prisioneros no querían salir de aquellos lugares en los que recibieron tantos castigos. Muchos de ellos tomaron la decisión de suicidarse. Víctor Frank dice... “Habíamos perdido la capacidad de alegrarnos y lentamente teníamos que volver a aprenderla”En ellos había desaparecido ese interés que antes del internamiento les invadía y esto era consecuencia del caos al que estuvieron expuestos. Con toda esta experiencia el psiquiatra Víctor Frank logro desarrollar una nueva teoría llamada Logoterapia que “es un método menos introspectivo y menos retrospectivo.
 
La logoterapia mira más bien hacia el futuro, es decir, al sentido y los valores que el paciente quiere realizar en el futuro”. Este hombre afirmaba que nosotros no inventamos el sentido denuestra vida, nosotros lo descubrimos. No importa cuál sea la situación siempre va a existir un motivo por el cual seguir viviendo, la vida debe tener unsentido. Este sentido es algo individual y cambia con las circunstancias a las que estamos expuestos. Era necesario que este hombre pasara por estascircunstancias para que nosotros pudiésemos conocer las ventajas de la logoterapia.
 
Él en los momentos más difíciles pudo conseguirle un sentido a su vida, que lo ayudo a luchar y a sobrevivir.
         Publicado por : ARTURO ENRIQUEZ 

EL SÍNDROME DE DIÓGENES


Diógenes fue un filósofo del siglo IV a.C. quién fundó la ‘corriente cínica’ y se le conocía por su desprecio por las convenciones sociales. Siendo consecuente con este pensamiento,Diógenes adoptó un estilo de vida que se caracterizó por su austeridad y por el abandono de su aspecto físico. Se le representa dentro de un tonel, semidesnudo con su pelo largo y desastrado. Sin ganas de vivir. Los ancianos aquejados por el síndrome de Diógenes, viven así, como Diógenes en el aislamiento y la incuria. Su actitud negligente (una mezcla entre la soledad y la misantropía) muestra a los demás y a ellos mismos un sentimiento de derrota y de renuncia a vivir plena y dignamente, bien sea porque no tienen los alicientes necesarios, o por el deterioro psíquico de la edad, pero esa conducta, la conducta de los aquejados por el síndrome de Diógenes no implica necesariamente una dolencia mental sino que muchas veces es una ‘dolencia del alma’ y de lo más profundo de sus propios dolores y vivencias.
 
¿Quiénes la padecen?  
Por lo general son personas que se sienten solas, o no han superado la muerte de un cónyuge o familiar muy cercano, o presentan cuadros depresivos o han sido sometidos a un gran estrés de tipo emocional como el sentirse rechazados por parientes, o la soledad. Hay casos en que la necesidad económica puede alentar ese proceso, pero no es un factor clave, ya que se conocen casos de síndromes de Diógenes con un nivel socioeconómico alto y carreras profesionales. Es en definitiva una enfermedad social, ya que es la soledad la que inicia el proceso de ese trastorno.
 
 
Atrapados por el temor 
Los sentimientos de inseguridad y de miedo les impulsan a acumular cosas –aunque esas cosas sean inútiles, o nocivas para su salud, como los desperdicios-que actúan como muro protector. Se podría decir que se trata de ‘coleccionistas’ que en vez de coleccionar algo de forma selectiva por puro hobby, lo hacen de manera indiscriminada, llevados por una oscura necesidad de acumular compulsivamente (a esto se lo conoce como ‘siglomanía’). La soledad se encarga de todo lo demás. Estas personas se sienten solas pero también quieren estar solas, ya sea por resentimiento hacia otros, por autoprotección por daños recibidos, o bien porque se sienten atrapados por un miedo atroz a relacionarse con personas ajenas a las que su misantropía ha convertido en seres hostiles en potencia (desde su punto de vista). Puede suceder que en la calle, sean personas socialmente normales, pero que cuando cierran sus puertas se parapeten en el descuido y la dejadez. De ahí que a veces no sea fácil reconocer su estado y ni mucho menso saber que están en la más profunda soledad.
 
Hay especialistas que reconocen cinco rasgos de conducta para identificar el síndrome de Diógenes. La presencia de dos o más de ellos les permite pensar en que pueda haber un cuadro de síndrome de Diógenes y la presencia de cuatro o cinco se trataría de enfermos graves con riesgo de muerte.
 
Esos rasgos son: 
1.- Aislamiento social con tendencia a rehuir de la gente o de situaciones de comunicación.
 
2.- Reclusión voluntaria en el domicilio al que se aferran por muy ventajosas que sean las alternativas de acogida que se les ofrezcan.
 
3.- Descuido en la higiene y en la alimentación. En el cuidado de la salud, en la limpieza y orden del hogar.
 
4.- Reacción de pobreza imaginaria (llamado también ‘síndrome de la miseria senil’), que lleva a acumular no sólo dinero, sino, también objetos de diferente índole (incluida basura).
 
5.- Rechazo de las ayudas sociales o familiares y la tendencia a volver a sus hábitos de vida después de una temporada de acogida o apoyo externo. La invisibilidad externa es una de las mayores dificultades para poder dar ayuda a las personas que sufren del síndrome de Diógenes. Los ancianos que se aíslan están condenados a que esa situación pase inadvertida incluso para sus propios vecinos y más aún cuando se les ve tan reacios a cualquier relación.
 
Cuando los servicios sociales consiguen intervenir en un caso, las medidas surten efecto inmediato, ya que sólo se trata fundamentalmente de asearles y nutrirles mediante alimentos fortalecedores y fármacos y poner a trabajar en sus casas a los servicios sociales, pero a lo que no se puede poner arreglo es a la soledad, que es el origen de su mal como de tantos otros males. Una peculiaridad del síndrome de Diógenes es que si son dos los ancianos que viven juntos, uno de ellos puede arrastrar al otro a la misma situación.
         Publicado por : CRISTHIAN VILLAVICENCIO