Muchas veces tenemos tanto miedo al cambio, que nos aferramos a una serie de mecanismos de defensa, para no cuestionar las creencias con las que la sociedad ha moldeado nuestra identidad.
A decir verdad no nos gusta cambiar porque a menudo lo hemos hecho porque no había mas remedio. Por eso solemos asociar la frustración y el fracaso. Tanto así que existe siete mecanismos de defensa cuya función es garantizar la parálisis psicológica de la sociedad.
(1) El miedo, el más utilizado como elemento de control social.
(2) El autoengaño es decir, mentirnos a nosotros mismos por supuesto sin que nos demos cuenta, para no tener que enfrentarnos a temores e inseguridades.
(3) El autoengaño suele dar lugar a la narcotización y aquí depende de los gustos preferencias y adicciones de cada uno.
(4) Con el tiempo la falta de propósito y de sentido suele generar la aparición de la resignación, "la vida que llevamos es la única posible" .Asumimos definitivamente el papel de victima frente a nuestras circunstancias.
(5)La arrogancia, muchas veces disfrazada de escepticismo.
(6)Teniendo como referencia a la arrogancia suele mutar hasta convertirse en cinismo. Es decir la mascara con la que ocultamos nuestras frustraciones y desilusiones.
(7)Pereza esta palabra proviene del griego acedía, que quiere decir tristeza de ánimo de quien no hace con su vida aquello que intuye o sabe que puede realizar.
En fin nadie dijo que fuera fácil, pero para empezar a cambiar solo hay que dar el primer paso y el mas importarte es “La voluntad” esa que nos llevara al cambio que anhelamos que dejamos de ser un día para trasformarnos en lo que la sociedad, la familia, el trabajo, o quizás lo que la pareja quiso que seas. Todo depende de cada uno de nosotros en querer cambiar y ser seres auténticos.
