martes, 15 de enero de 2013

EL OPTIMISMO


A 5 días de un nuevo año, surge la pregunta, ¿podemos ser OPTIMISTAS?  Y  con la crisis mundial, aunque no nos hemos visto afectados quizás como en el Gobierno de 1985, sin embargo al escuchar en noticias que los costos de productos empezarán a elevarse por ejemplo y  situaciones diarias que nos genera estrés, entonces nuevamente nos preguntamos, ¿Podemos ser OPTIMISTAS?
 
Cada fin de año a nivel personal vemos un nuevo inicio como una forma de cambiar nuestras vidas, dejar en el olvido, en el pasado las frustraciones y estar listos para ver un mejor mañana, con gran expectativa de que en general todo estará mejor.
 
Y en la realidad de nuestro día a día de cada uno de estos 365 días ¿será mejor? Así algunos expertos en Psicología Positivista se preguntan:  
¿Existe el optimismo realista?
 
Held (2002): ¿Qué significa optimismo realista? ¿Qué significado tiene la idea de elegir el optimismo cuando es más apropiado? ¿Cómo sabemos qué futuros pueden ser y cuáles no pueden ser modificados mediante el pensamiento positivo? ¿No son por definición, tanto el optimismo como el pesimismo, expectativas sesgadas y generales sobre el resultado futuro que están, de alguna forma, deformando la realidad? (recordando el chiste, de hecho el vaso no está ni medio lleno ni medio vacío; simplemente es dos veces mayor de lo necesario, como diría el ingeniero).
 
Sin embargo, “Las personas Optimistas viven más años y están mas sanas” Tali Sharot.
 
En investigaciones  de Tali Sharot, explica sobre un sesgo optimista, como una forma de ilusión cognitiva, en la cual los seres humanos tendemos a sobreestimar posibilidades positivas a lo largo de nuestra vida y a subestimar las probabilidades negativas, entonces sobrevaloramos nuestra vida profesional, obtendremos un mejor empleo, con mejor salario etc. y los accidentes probablemente pasen a mi alrededor pero a uno mismo no nos sucederá. En un estudio realizado por dos psicólogos  a estudiantes en la cual se les dijo que predijeran la nota que se sacarían en un test psicológico, se demostró que los que predijeron que sus notas serian altas y por el contrario obtuvieron notas bajas, no se sintieron tan mal como los que predijeron que sus notas seria bajas, pues las reacciones de los estudiantes optimistas fueron: “bueno el examen fue injusto en la siguiente lo haré mejor” y los pesimistas respondían: “bueno esto prueba que soy tonto, pensé que me iría bien y no fue así, la próxima vez tampoco me ira bien”, se sintieron peor; cuando ambos grupos obtuvieron notas sobresalientes los optimistas respondieron: “soy muy bueno, la siguiente vez me ira mejor” y los pesimistas: “fue un golpe de suerte, el examen estuvo muy fácil, la siguiente suspenderé o desaprobaré” por lo cual se sintieron peor. Lo que demuestra que el ser OPTIMISTA   al chocarse con una realidad muy diferente a la prevista no se sienten peor o desilusionados por el contrario buscan una forma de sobresalir de ese percance, lo que ataña mas procesos cognitivos y mas emociones positivas que ayudará finalmente a buscar estar mejor.
 
Es importante recordar que el  subestimar las probabilidades negativas es parte de ser optimistas, lo cual puede ser negativo pues dejaríamos de lado el prevenir circunstancias negativas por lo que recomienda  Tali Sharot que nos protejamos contra ello y realicemos planes de vida, lo que hará que no dejemos de ser Optimistas simplemente seremos más conscientes de serlo.
 
Se ha comprobado por investigaciones que el 90% de los seres humanos son optimistas por naturaleza.
 
Así que no vayamos contra corriente esta vez, que el ser optimistas nos ayuda a solucionar problemas de nuestro día a día, disminuyendo el estrés lo que ayuda a nuestra salud. A disfrutar aún más nuestros logros y estar listos para un peldaño más en desafíos.
 
 Entonces no olvidemos ni seamos indiferentes con nuestra realidad seamos optimistas que lo cambiaremos, ejercitémonos en ser optimistas  para que en realidad sea un mejor año 2013. 
Publicado por : HAIDY YVONNE HUAMÁN 

LA DEPRESIÓN NAVIDEÑA


Con este término no pretendo inventar un nuevo trastorno que aparezca en los manuales psiquiátricos, pero si queremos llamar la atención sobre un estado de ánimo que se desarrolla en esta época del año y que guarda mucha similitud con la depresión que todos conocemos.
 
En principio, cumple todas las características de una depresión común, la persona se encuentra triste y melancólica durante las fiestas navideñas, tiene una visión negativa de lo que la rodea y cualquier actividad le resultará complicada de realizar.
 
Factores principales 
 
Los factores principales que llevan a estas personas a sentirse así, pueden ser los siguientes: 
  1. Recuerdos de seres queridos, personas que han muerto o que se encuentran lejos con los cuales no se puede compartir estas vivencias. Se echa de menos a esta personas y se recuerda con nostalgia los momentos navideños vividos con ella, puesto que no pueden repetirse, es probable que el pensamiento será negativo hacia esa situación y la persona afectada no tendrá ganas de festejar.
  1. Focaliza toda su atención en ese acontecimiento o en esa persona que falta y no es capaz de ver mas alla de eso, como otros familiares que sí están con ella, otras situaciones nuevas y positivas, etc.
  1. Paralelo a lo anterior aparecen recuerdos de acontecimientos pasados vividos en estas fiestas o a lo largo del año que fueron negativos y que ahora salen a relucir para demostrar lo mal que lo hemos pasado o lo desdichados que hemos sido. Es una forma de rememorar el pasado pero que solo sirve para ensuciar el presente.
  1. Las personas que se encuentra lejos de casa, viviendo o trabajando en otras ciudades y que no tienen la posibilidad de volver a casa en estas fechas pueden desarrollar este trastorno, sobre todo porque pensarán en lo sólos o lejos que están y no aprovecharán lo que les brinda su nueva ciudad para pasar las fiestas. Igualmente es una forma negativa de vivir una realidad, eligen pensar en negativo cuando podían hacerlo en positivo.
  1. A menudo también puede suceder que nos dejemos llevar por la publicidad y por el espíritu navideño que tratan de vendernos por todas partes. La idea de felicidad que aparece en los medios de comunicación no tiene nada que ver con la realidad que viven muchas familias con problemas, ya sean económicos, personales, laborales, de pareja , etc. Si caemos en la trampa de compararnos con lo que nos venden habremos caído en un pozo sin salida, por supuesto que no nos parecemos para nada a lo que dicen los anuncios, pero ten en cuenta que cada uno vive la navidad a su manera y que ninguna forma es mejor que la otra.
  1. La falta de recursos ecónomicos es una gran traba en estas fechas. El hecho de no poder comprar regalos a los niños o de no poder hacer una buena cena ayudará a la persona negativa a refugiarse en sus pensamientos y a autocriticarse por su mal hacer.
¿Qué hacer para estar mejor?
 
Haz que los recuerdos de los fallecidos se conviertan en algo agradable. Rememora las cosas positivas de esa persona, recuerda los chistes del abuelo o el pastel tan rico de la abuela.¿ Qué cosas aportaba esta persona a estas fiestas? Piensa en ello e incúlcaselo a los demás, sobre todo si son niños, hazles ver con alegria el recuerdo de esta persona y no trates de ocultarselo. Busca sus momentos buenos y repítelos cuando puedas, hablar abiertamente de ello, te ayudará a estar más aliviado.
 
Hecha mano de los tuyos para superar los malos momentos, hablar y expresar tus sentimientos te ayudarán a sentirte mejor, además muchos de tus pensamientos serán extremadamente negativos, si los compartes tienes posibilidades de que alguien te ayude a desmontarlos y a que veas la parte positiva.
 
Recuerda que muchas familias tienen problemas que resolver y que no eres el único, intenta aceptar tu realidad y aprovechar las fiestas para desconectar un poco del día a día. Cuando se acaben todo seguirá igual estés triste o no , tu estado de ánimo no ayuda a mejorar la situación, todo lo contrario. Recuerda que la Navidad es solo una fecha en el calendario y que cada persona le dá el significado que ella quiere. No le dés tanta importancia , es una fiesta más.
 
Aprovecha los momentos bajos para estar contigo mismo y relajarte, si lo consigues saldrás con energías renovadas. Busca la serenidad en los pequeños detalles, un baño caliente, un café a media tarde, una película chistosa por la noche.
 
Plantéate toda tu situación como si la estuvieras viendo desde fuera, como si fueras un espectador que está mirando una obra de teatro. Analiza toda la situación y valora cuanto de negativo hay en ella y cuanto de positivo, intenta no caer en la trampa de focalizar toda tu atención en los puntos negativos, busca más allá e intenta localizar algo bueno, seguro que lo encuentras.
 
No te dejes llevar por la publicidad. Busca tu propia felicidad, no tiene porqué ser igual que la de los anuncios. Disfruta estando con los tuyos y teniendo vivencias positivas , no te compares, saldrás perdiendo en la mayoria de los casos, no olvides que la publicidad está exagerada para incitarnos al consumo, sería muy difícil estar a la altura. Busca tu propio nivel y disfruta de él.
 
Aprovecha tus recursos y sé creativa; una buena cena de Navidad no necesita obligatoriamente marisco o cordero, tan caros en estas fechas. Busca alternativas y decora tu mesa con cosas apetecibles, los demás te lo agradecerán y disfrutarán de la cena.
 
Artículo escrito por Ps LUIS AVILA VERA